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Abstract

Uno de los elementos destacados de Lágrimas en la lluvia, la excelente novela de ciencia ficción de la madrileña Rosa Montero, es la genial inclusión de obras de arte con fines simbólicos dentro de la obra. Entre estas obras de arte se incluye el famoso cuadro de Johannes Vermeer, Una señora escribiendo una carta con su criada. En este artículo, el dr. Todd Mack muestra cómo este cuadro presagia el principal dilema de la protagonista de la novela. Bruna Husky es una replicante, y por eso sabe exactamente cuánto tiempo vivirá. El conocimiento de su inescapable fin hace imposible que Bruna tenga íntimas relaciones con la gente en su vida ya que según Emmanuel Levinas la intimidad requiere que uno reconozca tanto el misterio del tiempo como el del otro. En términos del cuadro de Vermeer, Bruna tiene que abandonar el pose frenético de la mujer que escribe la carta para adaptar la más relajada y tolerante actitud de criada, que deja que el tiempo caiga sobre ella como los rayos del sol.

DOI

http://dx.doi.org/10.5038/2167-6577.5.1.7

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