•  
  •  
 

Abstract

El Comité de Nomenclatura Común de las Aves de Venezuela (CNCAV) fue creado en 2009 con el objeto de mejorar, formalizar y/o dar nombres comunes a las aves venezolanas con problemas de distinta índole, como la presencia de palabras en latín o inglés en su escritura, ausencia de un nombre por registros recientes en el país o por cambios en su taxonomía, uso de dos nombres para una misma especie, falta de concordancia con la característica expresada en el nombre (apariencia, anatomía, voz, geografía), nombre no adaptado al concepto de nombre común (local), nombre muy extenso, nombre de uso poco frecuente, grafía incorrecta o dificultad de pronunciación. Para ello, el CNCAV estableció como base para su estudio los nombres comunes publicados en la obra “Una Guía de las Aves de Venezuela” (Phelps y Meyer de Schauensee 1979) y su versión posterior (1994) dada su aceptación y amplio alcance, pues desde su publicación ambos documentos han sido la herramienta principal para la consulta de los nombres comunes de las aves venezolanas. Asimismo, el CNCAV analizó la pertinencia de los nombres nuevos propuestos por Hilty (2003) para las aves no presentes en el documento base, así como aquellos que reemplazaron a un conjunto de nombres con larga trayectoria histórica. Además, formalizó los nombres comunes de las especies introducidas establecidas permanente o temporalmente en Venezuela y dió nombre a las aves probables con el objeto de garantizar un nombre formal para el momento de su registro en el país. Para escoger un nombre común se eligió aquel que representara a la especie de la mejor manera, principalmente resaltando un carácter particular de su morfología, comportamiento, voz (onomatopeya) o geografía. La formalización del nombre se realizó por votación entre el conjunto impar de miembros del CNCAV. Un nombre común se consideró formal al alcanzar una votación unánime favorable o, en ausencia de unanimidad, dos propuestas de nombre común fueron llevadas a una segunda ronda de votación y el nombre fue aprobado por mayoría simple (50%+1 de los votos). Al culminarse un ciclo de análisis y votación, el CNCAV elaboró un informe técnico bajo el título “Los Nombres Comunes de las Aves de Venezuela” contentivo de la lista de las aves de Venezuela con sus nombres comunes formales para la fecha de su publicación. Entre 2009–2021 fueron analizadas 503 propuestas para un total de 388 (77%) nombres corregidos. Solo 20 contenían una palabra de origen anglosajón en su grafía, mientras que 77 tenían una palabra en latín. De 141 nombres examinados por el CNCAV derivados del trabajo de Hilty (2003), 39 no contaban con un nombre asignado en el documento base, mientras que en 102 su nomenclatura fue modificada. De los últimos, el CNCAV logró salvaguardar 79 (78%) de los nombres reemplazados. Para nueve especies con dos nombres comunes se formalizó uno de ellos. Asimismo, nueve especies introducidas también formalizaron sus nombres comunes. Además, 46 especies nuevas para Venezuela surgidas por cambios en su taxonomía o con registros recientes en el país adquirieron su nombre común. En 86 especies se mejoró su nomenclatura común tras analizarse varios aspectos de su grafía. En ocho especies el CNCAV no logró alcanzar un consenso, por lo que sus nombres comunes fueron examinados en conjunto con el Consejo Consultivo de la Unión Venezolana de Ornitólogos. A pesar de ello, dos propuestas tampoco fueron concluyentes, lo que demuestra lo difícil que puede ser modificar un nombre común de manera coordinada. Ciertamente, las decisiones para mejorar un nombre requerían de largos períodos de discusión o parar a través de varios procesos de revisión antes de adquirir su nombre vigente. En su trabajo, el CNCAV notó que un fundamento aplicado para mejorar el nombre común de una especie no prosperaba de igual manera en otros, pues la simpatía creada entre el nombre de un ave y el ciudadano común, con larga trayectoria histórica, impidió en muchos casos ejecutar un cambio. Pero en sus 12 años de trabajo continuo, el CNCAV se supo abrir paso ante todas las vicisitudes y hoy podemos contar con una lista completa de nombres comunes más sensatos, adaptados a la cultura, tradición y sentir general de aquellos que hacen Ornitología en Venezuela. No olvidemos que los nombres sustituidos no se han perdido, simplemente han pasado a formar parte de nuestro acervo cultural e histórico.

The Committee of Common Nomenclature of Birds of Venezuela (CNCAV) was created in 2009 in order to improve, validate and/or provide common names to Venezuelan birds with issues of different kinds, such as the presence of words in Latin or English in their writing; absence of a name due to recent records in the country or taxonomy changes; use of two names for the same species; lack of coincidence with the characteristic expressed in the name (appearance, anatomy, voice, geography); name not adapted to the common name concept (local); very long name; infrequently used name; incorrect writing; or difficult pronunciation. Given these issues, the CNCAV established the common names published in “A Guide to the Birds of Venezuela” (Phelps and Meyer de Schauensee 1979) and its later version (1994) as the foundation to their study since both documents have been the main tools for consulting common names of birds in Venezuela. Also, the CNCAV examined the applicability of the new names proposed by Hilty (2003) for birds not mentioned in the base documents, and for a set of renamed birds with a long historical past. In addition, the common names of introduced species were validated, and the CNCAV also assigned names to hypothetical birds to guarantee a full name when they are registered in the country. In all cases, the selected common name must represent the species in the best way, mainly highlighting a particular character of their appearance, behavior, voice (onomatopoeia), or geography. Name validation was carried out through a voting process by the odd-numbered group of members of the CNCAV. A common name was validated when it reached a favorable unanimous votation or, in absence of unanimity, two suggested common names were voted in a second round and approved by a simple majority (50%+1 vote). Once the analysis and voting cycle was completed, the CNCAV assembled a technical report with the up-to-date list of all Venezuelan bird names with the title “Los Nombres Comunes de las Aves de Venezuela”. A total of 503 rename proposals were examined between 2009–2021, and 388 (77%) were improved. Only 20 original names in the base documents had an English word in their writings, and 77 a Latin one. From 141 new names proposed by Hilty (2003), 39 had no common names in the base documents, but 102 previous names were changed. Of the latter, the CNCAV managed to safeguard 79 (78%) of the replaced names. Out of nine species with two common names, one of them was validated. Likewise, common names of the nine introduced species were also validated. In addition, 46 species new to Venezuela derived from taxonomy splits or recent records in the country acquired their common names. Another 86 species had their common nomenclature improved after analyzing various aspects of their writing. The CNCAV could not reach a consensus for the names of eight species, so they were reviewed with the support of the Consultative Council of the Unión Venezolana de Ornitólogos (UVO). Despite this, two of them did not reach a consensus either, which shows how difficult it can be to alter a common name in a coordinated way. Certainly, decisions to improve several names required long periods of discussion or going through various review processes before acquiring their current formal names. Likewise, the CNCAV noted that a principle applied to improve the common name of a species did not progress in the same way for others because of the historical empathy created between the bird’s name and the ordinary citizen. Nonetheless, the CNCAV always knew how to make way for all difficulties, and today we can count on a complete list of more practical common names, adapted to the culture, tradition, and widespread feeling amongst those who pursue ornithology in Venezuela. We should bear in mind that the replaced names have not been lost, they have simply become part of our cultural and historical legacy.

Share

COinS